Título: Loca de amor
Autor: Regina Román
Editorial: Versátil
Nº de páginas: 314
ISBN: 9788494225772
1ª Edición: Enero, 2015
Sinopsis de la editorial
Me llamo Mirella Fiestas. Y así era más o menos mi vida, una fiesta,
hasta que mi madre me obligó a que una pitonisa me echara las cartas. Lo
que predijo, se cumplió, y me dejó en tal estado de shock que colgué la
toga, dejando de ser una abogada de éxito (aunque algo neurótica) para
convertirme en guía turística de los Castillos del Loira (la neurosis
siguió ahí). Me tocó un grupo de lo más variopinto: una abuela
cascarrabias, una histérica estrella del pop y su asistente, un chino
obsesionado con los fantasmas… ¡Y un médico tan guapo que tiraba para
atrás! Todo lo que llegó a suceder en ese viaje increíble os lo explico
en estas páginas, con misterio, asesinato e historia de amor incluida.
¿Queréis leer mi historia? Pues no os cortéis, os aseguro que os dejará ¡¡¡looocos!!!
Opinión
Reseña para la editorial Anika entre Libros.
Mirella, una joven cuando menos neurótica, ha recibido una gran
desilusión en su vida, tal y como le había pronosticado una
vidente. Para escapar de un ambiente que le oprime y deprime decide
convertirse en guía turística. Su primer destino, y el que buscaba,
es una ruta por los Castillos del Loira. En ese viaje
tendrá que lidiar con una estrella de la música y su
acompañante, con un forense (frustrado por no haber hecho
la especialidad de psiquiatría), con un chino cazafantasmas
y con una anciana cascarrabias.
Esta experiencia se complica cuando Mirella entabla una especie
de amistad con un fantasma homosexual y el
posterior asesinato de Guga, la cantante.
Regina
Roman nos presenta una historia disparatada, rocambolesca,
absurda, divertida y entrañable. Es una novela
cómica y diferente a lo que he leído
últimamente.
Protagonizada por una neurótica, casi para ser tratada
médicamente, nos podemos encontrar escenas divertidas y un tanto
alocadas, que a veces rayan en el esperpento.
Mirella nos cuenta la historia en primera persona a través de
dos líneas temporales.
Por un lado, Mirella nos va contando su pasado. Cómo consiguió
ganar un complicado caso en su primer juicio, lo relajada y
orgullosa que se sentía, sus planes de boda... Sin embargo, un día
se va todo al garete, tal y como le había predicho una pitonisa. Lo
que más le afectó, no fue la desilusión y el desengaño, sino el
hecho de no haberse dado cuenta de lo que se le venía encima.
Gracias a esta línea temporal descubriremos los motivos que han
llevado a Mirella a dar un giro tan radical en su vida. Un cambio
surgido de una obsesión, pero que le deparará más de una sorpresa.
En ese pasado, no tan lejano, vemos a una Mirella que se ha rodeado
de una coraza para hacer frente a la vida y demostrar una fuerza
que está lejos de sentir.
Por otro lado, Mirella nos cuenta sus vivencias presentes.
Tendrá que dirigir a un grupo de lo más variopinto, con cuyos
miembros llegará a tener más de un malentendido y
discusión. La nota histriónica la pone Gilda, un
fantasma que le toma cariño a Mirella, y que intentará por
todos los medios levantarle el ánimo. Pero Gilda no es un personaje
cualquiera. Es un fantasma. Sí, un fantasma masculino que poco
antes de morir decidió ser coherente con su identidad sexual, la
cual no duda en disfrutarla en el otro mundo.
Además de Gilda, que un principio parece volver loca, si es que
no lo está ya, a Mirella, ésta deberá enfrentarse a una vieja
cascarrabias que criticará todas sus actuaciones y decisiones, un
chino cargado con los más variados artilugios para capturar los
fantasmas que residen en los castillos, una cantante histérica y un
forense guapísimo.
Gracias a los capítulos cortos esta joven
maniática consigue que vayamos divirtiéndonos con
su historia, aunque resulta complicado ponerse en su piel, ¿a quién
le gusta convertirse en un neurótico?
A pesar de algunas escenas que pueden rayar en lo absurdo, lo
que sí está garantizado es la risa.
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