Ficha técnica
Título: Señor del mundo
Título original: (Lord of the World, 1907)
Autor: Robert H. Benson
Editorial: Stella Maris
Nº de páginas: 311
ISBN: 9788416128938
1ª Edición, Junio 2015
Sinopsis de la editorial
Título: Señor del mundo
Título original: (Lord of the World, 1907)
Autor: Robert H. Benson
Editorial: Stella Maris
Nº de páginas: 311
ISBN: 9788416128938
1ª Edición, Junio 2015
Sinopsis de la editorial
Señor del Mundo es la primera distopía publicada en el siglo XX
y probablemente la primera de la historia de la literatura. Su
influencia puede detectarse en grandes obras literarias como Un mundo feliz de Huxley y 1984 de
George Orwell. Asimismo ejerce influjo en el universo fílmico reciente
que recrea visiones del Anticristo, el Apocalipsis y la Segunda venida
como la saga de La Profecía.Esta novela sitúa su acción en los
albores de nuestro siglo. Felsenburgh, un caudillo carismático, se
convierte en Presidente de Europa y es aclamado por las multitudes como
un nuevo mesías. Habla todos los idiomas y se entiende con los
representantes de las diferentes tradiciones culturales sin ningún
problema. Todos lo ven como el artífice de la nueva paz, centrada en un
culto humanista hipócrita que esconde su ambición de poder. En esa
situación, el sacerdote Percy Franklin viaja a Roma para entrevistarse
con el Sumo Pontífica. Allí descubrirá la amenaza. Robert Hugh Benson
retrata a la perfección una humanidad que vive en la periferia, en lo
intrascendente, en lo insustancial. Señor del Mundo es también
una crítica al ideario universalista nacido con la globalización, que
aspira a una moral laica que trata de imponerse como la única posible.
Reseña para la editorial Anika entre Libros.
Oliver Brand está eufórico. Acaban de conseguir la paz con
Oriente gracias a la intervención de Julian Felsenburg, un hombre
del que nadie sabe nada pero ante el que todos caen rendidos.
Gracias a su proverbial intervención será aclamado como el Hijo del
Hombre.
El padre Percy es llamado con urgencia a Roma. Deberá estar
presente para la toma de decisiones.
Los católicos comienzan a ser perseguidos mientras que
Felsenburg comienza su andadura como presidente de Europa.
Robert H. Benson nos ofrece una
distopía siniestra en contra de todo lo que pueda
parecer.
En principio nos encontramos con una lucha entre el
humanismo y la secularización de la sociedad en contra del
catolicismo, cuyos miembros viven en contínua tensión y
acosados por la nueva religión que pretende al
hombre como Dios.
Sin embargo, también nos ofrece inicialmente unas relaciones
diplomáticas críticas ante la iniminente declaración de guerra que
pretende hacer Oriente.
Aún así, la novela se centra en la enigmática figura de Julian
Felsenburgh, un hombre del que que no se conoce nada, pero gracias
al cual se han establecido, parece que para siempre, las relaciones
de paz entre todos los países del planeta. Sin embargo, esta idea
de paz y maravilla, pronto se verá que no procede de una luz plena
e incandescente.
Ante el triunfo del humanitarismo y el alejamiento de la
sociedad del Dios católico, los creyentes son
mirandos con recelo. En principio, se toleran, pero no dudan en
atribuirles toda clase de fechorías, lo cual nos hace recordar los
inicios del cristianismo. Con el auge de Felsenburg, convertido ya
en presidente de Europa, los católicos son perseguidos sin
contemplación, al mismo tiempo que se instaura un nuevo culto para
una nueva religión.
Quizá muchos de los lectores estarán de acuerdo con las ideas
apuntadas por el autor, quien nos muestra como se ha conseguido ver
la luz gracias al progreso científico, a la superación de las
supercherías de la Iglesia. Sin embargo, todo esto nos lo muestra
como una mera ilusión del hombre alejado de Dios, que sucumbirá a
su verdad al final de la historia.
En comparación, el Vaticano parece un lugar anclado en el
pasado, donde todo es vetusto y donde existe una gran diferencia
entre los prelados de la clase alta y baja.
Evidentemente, ante semejante contraste el lector en seguida se
decantará por el ideal de Felsenburg, pero Benson
nos tiene preparados un importante giro, además las importantes
cavilaciones a las que se somete al padre Percy, también dará mucho
en lo que pensar.
Felsenburg representa un político carismático, dialogante, en
cuyo discurso predomina la paz en la tierra. Un político capaz de
enardecer a las masas que claudican ante su imperiosa
presencia.
El auge de Felsenburg transcurre paralelo a la
persecución y caída de los católicos, pero
finalmente acabamos descubriendo que el reino de Felsenburg es un
reino de falsedad e hipocresía, basado en contentar a la plebe
mediante placeres y diversiones, alejándoles de lo verdaderamente
importante, ofreciéndoles la eutanasia en los momentos de
desesperación.
Es una novela compleja, difícil de dilucidar, que trata de
mostrar la verdad y perseverancia del catolicismo. Sin embargo,
pocos lectores podrán enfrentarse a ella sin aumentar sus
dudas.
A pesar de ser escrita en 1907 se puede poner de aplicación en
la actualidad, donde muchos presumen de alejarse de la religión, de
considerarse ateos, apóstatas y agnósticos, pero que acaban
claudicando ante la religión del poder, del dinero u otras. Y es
que para bien, o para mal, el hombre necesita algo a lo que
aferrarse.
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