Título: Búscame en tus sueños
Autor: Caroline March
Editorial: Vergara
Nº de páginas: 480
ISBN: 9788415420750
1ª Edición: Enero, 2014
Finalista del V Premio Vergara-Rincón de la Novela Romántica
Sinopsis
Ginebra Freire se sentía afortunada. Lo tenía todo: un trabajo que le
gustaba, un marido al que adoraba, estaba a punto de ser madre... Pero
en pocos días lo pierde todo y a punto está, incluso, de perder la vida.
Guiada por extrañas visiones que intenta ignorar, acepta la propuesta
de su hermana de instalarse en Edimburgo con el propósito de empezar de
nuevo. Durante una visita a un museo sufre un accidente, y despierta en
otro tiempo.
Corre el año 1744 y se halla en uno de los prostíbulos más conocidos
de la capi- tal escocesa. Perdida y desconcertada, irá encontrando
personas que con paciencia y humor la ayudarán a sobrevivir, aunque
también se granjeará enemigos.
Mientras tanto, los fantasmas que antes la acosaban irán tomando
cuerpo, entre ellos un misterioso guerrero escocés que embriagará sus
sentidos y trastornará sus sentimientos.
Opinión
Reseña hecha para la web Anika entre Libros.
Ginebra tenía una vida feliz pero en pocos días lo pierde todo,
lo que la lleva a intentar suicidarse. Su hermana consigue
convencerla para ir con ella a Edimburgo y así comenzar una nueva
vida.
Un pequeño accidente en una fiesta conseguirá que su vida sea
completamente diferente a todo lo que había planeado. Sin saber
cómo, Ginebra se encuentra en la Escocia de 1744.
Intentará buscar la forma de regresar a su vida normal. Pero el
amor aparece cuando menos lo espera y en la época no
apropiada.
La autora ha conseguido crear una novela que atrapa desde la
primera página aunque, personalmente, ha dejado alguna pequena
laguna sin resolver. Bueno, puede que haya una segunda parte, lo
cual sería de agradecer.
La historia comienza completamente ajena a la vida actual de
Ginebra. En el Norte de Inglaterra de 1744, lady Melisande consigue
escapar de su marido tras ver como éste mantenía relaciones
sexuales con otro hombre, Y ahí nos deja, en plena huida.
El siguiente capítulo ya nos presenta a una Ginebra que se está
recobrando del suicidio, una Ginebra que no entiende cómo ha podido
torcerse su vida en tan poco tiempo y cómo no lo vio venir. La
situación refleja muy bien la depresión en la que se ha sumido
nuestra protagonista. Ginebra perdió el rumbo y su vida cuando a
dio a luz a una niña muy prematura que no consiguió sobrevivir.
Esta experiencia es muy dolorosa y traumática para quienes la
sufren y Caroline March lo ha plasmado, para mi gusto, demasiado
bien.
Las ansias de Ginebra de intentar tener otro bebé por encima de
todo, para mitigar el dolor del que acaba de perder, son propias de
este tipo de madres, que se resisten a aceptar la dolorosa
experiencia por la que han pasado, o más bien intentan luchar por
algo para olvidar el dolor.
Para tratar de rematar el dolor en el que estaba sumida, su
marido la abandona. Lo cual es lógico, cuando el diálogo se acaba,
y una de las partes se encierra de forma que no deja entrar a la
otra en su mundo, hace falta mucho amor para afrontarlo, algo de lo
carecía Yago, a quien parece que sólo le interese tener hijos.
El viaje a Edimburgo le sirve como acicate para plantearse
nuevas metas, pero en su interior sabe hay algo que no
termina de encajar.
El accidente que lleva a Ginebra a mediados del s.XVIII consigue
que utilice sus energías en pensar en la forma de regresar con su
familia. Tendrá de adaptar su forma de vida, tan placentera y grata
para el s.XXI, a su nuevo siglo, lo que no será nada fácil. Lo que
más trabajo le costará es mostrarse sumisa y dócil, pues es raro
que en aquella época las mujeres se comporten con la total
independencia y libertar de la que gozan, en los países
occidentales, en pleno s.XXI.
Ginebra vivirá un sinfín de aventuras y conocerá a Connor, un
escocés de las highlands, un hombre peculiar y bastante diferente a
los demás. Con él conseguirá huir de una acusación de agresión, y
viajarán a las tierras de su clan. El contacto y el roce
continuados hará que las intenciones iniciales de Ginebra flaqueen,
y es que cuando el amor aparece en tu camino, la familia puede
quedar en un segundo plano.
La autora consigue que sea casi imposible dejar la lectura para
seguir a Ginebra en sus correrías por una época cruel. Además, la
historia de amor entre Connor y ella es tan romántica y enigmática
que estás deseando terminar el libro para saber en qué acaba. Y
cuando llegas al final... alguna que otra sorpresa te llevarás.
La novela es de una lectura ágil y muy fluida. El ritmo y la
acción son trepidantes y sin pausa. Hay momentos de dolor, de
lágrimas, de risas incontenibles, de carcajadas imposibles, de
aventuras, de amor, de mucha pasión y con unos diálogos muy
inteligentes.
La autora nos ofrece una historia que en ningún momento decae.
Sólo me queda una duda ¿seríamos capaces de adaptarnos a vivir en
una época no tan remota?
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