Título El asedio
Autor Arturo Pérez-Reverte
Editorial Círculo de Lectores
Nº de páginas 720
Sinopsis
Cádiz, 1811. España lucha por su independencia mientras América lo hace por la suya. En las calles de la ciudad más liberal de Europa se libran batallas de otra índole. Mujeres jóvenes aparece desolladas a latigazos. En cada lugar, antes del hallazgo del cadáver, ha caído una bomba francesa.
Eso traza sobre la ciudad un mapa superpuesto y siniestro: un complejo tablero de ajedrez donde la mano de un jugador oculto –un asesino despiadado, el azar, las curvas de la artillería, la dirección de los vientos, el cálculo de probabilidades– mueve piezas que deciden y entrelazan el destino de los protagonistas: un policía corrupto y brutal, la heredera de una importante casa comercial gaditana, un capitán corsario de pocos escrúpulos, un taxidermista misántropo y espía, un curtido guerrillero de las salinas y un excéntrico artillero francés a quien las guerras importan menos que resolver el problema técnico del corto alcance de sus obuses.
Opinión
En cada capítulo del libro se entrecruzan distintas historias que al final terminarán relacionándose entre sí.
Por un lado tenemos a Tizón un policía de los de siempre, que no está dispuesto a cumplir con las nuevas leyes que no permiter torturar a los presos, a las personas que tiene que interrogar. Su mayor obsesión es dar con el asesino de las muchachas, esa persona con la que parece tener muchos puntos en común.
También tenemos a Lolita Palma, una mujer singular para su época. Tras la muerte de su padre tiene que hacerse cargo del negocio familiar, algo que le granjeará la antipatía de su cuñado. Sin embargo, consigue llevarlo adelante con su tesón y con la ayuda de Emilio Sánchez Guinea, quien fuera un gran amigo de su padre. Éste le propone armar un corsario, algo a lo que en principio es reacia pero termina cediendo.
Pepe Lobo es un buen marino recién despedido que se hará cargo del barco corsario que armará Lolita Palma. Con él veremos la parte más dura de la vida marina. Sobre todo los sinsabores que la misma da, que no todo es tan bonito como lo pintan.
Desfosseux es un militar francés encargado de bombardear Cádiz. Ninguno de sus superiores se hará cargo de sus quejas sobre los cañones, pero él sigue intentando llegar un poquito más allá.
Gregorio Fumagal un taxidermista que no se relaciona con nadie, que parece ocultar algo. Un espía francés que les comunica los lugares de impacto de los obuses.
Con tantas partes en cada capítulo es lógico que unas gusten más que otras. Personalmente me han gustado más las partes en las que intervienen Lolita Palma y Tizón. La parte de Pepe Lobo es un poco más enrevesada pues utiliza mucha terminología relacionada con los barcos, que para los que somos profanos en la materia nos vuelve locos y no me ha quedado más remedio que tener un diccionario al lado en todo momento. Sería de agradecer que hubiese un glosario al final como ocurre con otros libros.
Conclusión: Es un buen libro, aunque a veces su lenguaje no es muy claro o apto para todo tipo de público. Mejora mucho a partir de la segunda mitad del libro, donde la lectura se hace más ágil.
Puntuación: 3
En cada capítulo del libro se entrecruzan distintas historias que al final terminarán relacionándose entre sí.
Por un lado tenemos a Tizón un policía de los de siempre, que no está dispuesto a cumplir con las nuevas leyes que no permiter torturar a los presos, a las personas que tiene que interrogar. Su mayor obsesión es dar con el asesino de las muchachas, esa persona con la que parece tener muchos puntos en común.
También tenemos a Lolita Palma, una mujer singular para su época. Tras la muerte de su padre tiene que hacerse cargo del negocio familiar, algo que le granjeará la antipatía de su cuñado. Sin embargo, consigue llevarlo adelante con su tesón y con la ayuda de Emilio Sánchez Guinea, quien fuera un gran amigo de su padre. Éste le propone armar un corsario, algo a lo que en principio es reacia pero termina cediendo.
Pepe Lobo es un buen marino recién despedido que se hará cargo del barco corsario que armará Lolita Palma. Con él veremos la parte más dura de la vida marina. Sobre todo los sinsabores que la misma da, que no todo es tan bonito como lo pintan.
Desfosseux es un militar francés encargado de bombardear Cádiz. Ninguno de sus superiores se hará cargo de sus quejas sobre los cañones, pero él sigue intentando llegar un poquito más allá.
Gregorio Fumagal un taxidermista que no se relaciona con nadie, que parece ocultar algo. Un espía francés que les comunica los lugares de impacto de los obuses.
Con tantas partes en cada capítulo es lógico que unas gusten más que otras. Personalmente me han gustado más las partes en las que intervienen Lolita Palma y Tizón. La parte de Pepe Lobo es un poco más enrevesada pues utiliza mucha terminología relacionada con los barcos, que para los que somos profanos en la materia nos vuelve locos y no me ha quedado más remedio que tener un diccionario al lado en todo momento. Sería de agradecer que hubiese un glosario al final como ocurre con otros libros.
Conclusión: Es un buen libro, aunque a veces su lenguaje no es muy claro o apto para todo tipo de público. Mejora mucho a partir de la segunda mitad del libro, donde la lectura se hace más ágil.
Puntuación: 3
A mi me pasó más o menos lo mismo, respecto a los términos marineros me perdía, habría agradecido leerlo en el Kindle por lo del diccionario.
ResponderEliminarPero la parte de Lolita, como a ti, me ha gustado mucho y sobre todo la investigación policíaca.
Pero bueno, como soy incondicional de Reverte, pues todo lo que cae en mis manos escrito por él me encanta.