Título: La mensajera
Título Original: The Messenger
Autor: Stephen Miller
Traductor: Martin R-Courel Ginzo
Editorial: Viceversa
Editorial: Viceversa
Nº de páginas: 336
ISBN: 9788492819935
Año: 2012
ISBN: 9788492819935
Año: 2012
1ª Edición: Mayo, 2012
Sinopsis
¿Qué lleva a una mujer a aceptar una misión mortal? ¿Cuáles son sus pensamientos? ¿Es posible el arrepentimiento?
Daria es una joven iraquí que ha sido educada para aceptar una misión. En un momento en que los niveles de amenazas son elevados tras los ataques terroristas de Nueva York, Daria está destinada a ser “la flecha” que alcance al mayor número posible de americanos.
Stephen Miller nos ofrece la historia de una joven que tiene en sus manos el poder de la vida y la muerte. La mensajera es una novela que llevará al lector a sumergirse en la mente de una terrorista y a ser testigo de sus luchas internas.
Daria es una joven iraquí que ha sido educada para aceptar una misión. En un momento en que los niveles de amenazas son elevados tras los ataques terroristas de Nueva York, Daria está destinada a ser “la flecha” que alcance al mayor número posible de americanos.
Stephen Miller nos ofrece la historia de una joven que tiene en sus manos el poder de la vida y la muerte. La mensajera es una novela que llevará al lector a sumergirse en la mente de una terrorista y a ser testigo de sus luchas internas.
Opinión
Reseña hecha para la web Anika entre Libros (publicada la semana del 8 al 14 de octubre del 2012).
Daria es iraquí. Ha visto como sus
hermanos morían a manos de soldados. Ha vivido un infierno en su
infancia y ha jurado venganza. Se incorpora a los futuros terroristas
suicidas que intentarán destruír el poderío de los norteamericanos. Pero
su ataque no consistirá en matarse junto con una gran multitud de
personas, sino en ir matando a esa multitud pero a lo largo de los días
mediante un virus modificado con una potencia altamente letal del que
será portadora.
Con esta
novela parece que el autor intenta introducirnos en la mente de una
terrorista tipo para que comprendamos cuáles son las causas que pueden
inducirle a matar al mayor número posible de personas.
Hay que agradecer a Stephen Miller que nos ofrezca esta historia, que tal vez no tenga un punto de vista del todo imparcial pero que podríamos definir como justa. Justa en el sentido de que no justifica la insensatez del terrorismo, aunque a lo largo de la narracción consiga que entendamos los motivos que pueden llevar a alguien a realizar semejante locura, pero al mismo tiempo también nos da las pautas para rechazar semejante horror.
Enseguida conectamos con Daria. Es fácil sentir su dolor y su odio hacia los norteamericanos. Ellos le han robado todo: su familia, sus sueños, sus ilusiones y, lo que es peor, su esperanza. Es imposible no sentir deseos de venganza o por lo menos desear que alguien sea capaz de destruír semejante país salido de los infiernos. Es demasiado fácil para los integristas conseguir que Daria y otras personas como ella les sigan y hacerles creer que su misión es importante para derrocar al “gran todopoderoso”. Así muchos jóvenes se preparan para el único atentado que perpetrarán en su vida, en muchos casos demasiado corta.
Pero las cosas son bastante diferentes cuando en vez de hacer saltar tu vida por los aires, matas a miles de personas y vas muriéndote poco a poco. Eso es lo que le sucede a Daria. Indignada por lo que cree un cambio de planes, alegre después porque cree que así matará a más americanos, debe visitar las zonas más emblemáticas de New York siendo portadora de la viruela, una viruela modificada y altamente letal. Con el paso de los días y al ir conociendo a gente, Daria se da cuenta de que los norteamericanos de a pie no son tan diferentes de los suyos y empiezan las dudas.
Por otro lado, el FBI ha detectado una amenaza y ha detenido a un terrorista musulmán que estaba dejando ántrax en varios lugares multitudinarios. La investigación les lleva a un complot a gran escala que intenta acabar con millones de personas en diversas partes del mundo. Es entonces cuando aparecen los primeros casos de viruela y empieza a cundir el pánico.
Con todos estos alicientes es normal que la lectura sea rápida, a lo que contribuye también un lenguaje sencillo y apto para la mayoría, ya que no utiliza términos rimbombantes sino que son fácilmente compresibles. El ritmo es el adecuado para la historia que trata, en ocasiones es lento y en otras va mucho más rápido, siempre dependiendo de los personajes. Cuando se trata de Daria la historia es más pausada, hecho así para empatizar con ella, pero cuando estamos en la parte de los federales el ritmo es más acelerado, propio de las situaciones de estrés.
Seguro que después de leer la novela a la mayoría de los lectores le surgirán muchas preguntas y muchas dudas, la más importante ¿Y si llegará a pasar?
Hay que agradecer a Stephen Miller que nos ofrezca esta historia, que tal vez no tenga un punto de vista del todo imparcial pero que podríamos definir como justa. Justa en el sentido de que no justifica la insensatez del terrorismo, aunque a lo largo de la narracción consiga que entendamos los motivos que pueden llevar a alguien a realizar semejante locura, pero al mismo tiempo también nos da las pautas para rechazar semejante horror.
Enseguida conectamos con Daria. Es fácil sentir su dolor y su odio hacia los norteamericanos. Ellos le han robado todo: su familia, sus sueños, sus ilusiones y, lo que es peor, su esperanza. Es imposible no sentir deseos de venganza o por lo menos desear que alguien sea capaz de destruír semejante país salido de los infiernos. Es demasiado fácil para los integristas conseguir que Daria y otras personas como ella les sigan y hacerles creer que su misión es importante para derrocar al “gran todopoderoso”. Así muchos jóvenes se preparan para el único atentado que perpetrarán en su vida, en muchos casos demasiado corta.
Pero las cosas son bastante diferentes cuando en vez de hacer saltar tu vida por los aires, matas a miles de personas y vas muriéndote poco a poco. Eso es lo que le sucede a Daria. Indignada por lo que cree un cambio de planes, alegre después porque cree que así matará a más americanos, debe visitar las zonas más emblemáticas de New York siendo portadora de la viruela, una viruela modificada y altamente letal. Con el paso de los días y al ir conociendo a gente, Daria se da cuenta de que los norteamericanos de a pie no son tan diferentes de los suyos y empiezan las dudas.
Por otro lado, el FBI ha detectado una amenaza y ha detenido a un terrorista musulmán que estaba dejando ántrax en varios lugares multitudinarios. La investigación les lleva a un complot a gran escala que intenta acabar con millones de personas en diversas partes del mundo. Es entonces cuando aparecen los primeros casos de viruela y empieza a cundir el pánico.
Con todos estos alicientes es normal que la lectura sea rápida, a lo que contribuye también un lenguaje sencillo y apto para la mayoría, ya que no utiliza términos rimbombantes sino que son fácilmente compresibles. El ritmo es el adecuado para la historia que trata, en ocasiones es lento y en otras va mucho más rápido, siempre dependiendo de los personajes. Cuando se trata de Daria la historia es más pausada, hecho así para empatizar con ella, pero cuando estamos en la parte de los federales el ritmo es más acelerado, propio de las situaciones de estrés.
Seguro que después de leer la novela a la mayoría de los lectores le surgirán muchas preguntas y muchas dudas, la más importante ¿Y si llegará a pasar?
Fuentes
Portada y sinopsis de la página web de Editorial Viceversa.
Reseña hecha para la web Anika entre Libros.
No tiene mala pinta. No es el terrorismo un tema que frecuente entre las novelas que leo, pero esta novela me ha llamado mucho.
ResponderEliminarBesotes!!!