Título: El lamento de Caín
Autor: Luis Montero Manglano
Editorial:Grupo Ajec
Nº de páginas: 850
ISBN: 9788415156468
ISBN: 9788415156468
Año: 2012
1ª Edición: Mayo, 2012
Sinopsis
Imperio Bizantino. Siglo X. Tras una larga
campaña militar, los soldados de Bizancio regresan a Constantinopla. A
pesar de que su camino ha sido bendecido con victorias desde Damasco
hasta Bulgaria, augures de muerte rodean al poderoso ejército y, entre
ellos, el rumor de que el mismo emperador, Juan I Tzimisces, es víctima
de un extraño mal que le impide mostrarse a la luz del sol...
Casi 1000 años después, en 1934, en el diminuto Hospodarato de Bosgovina, en el corazón de la península de los Balcanes; el anciano hospodar Laiota Basarab III gobierna entre estertores torturado por el recuerdo, mientras su nieto, el Príncipe Radu, intriga para hacerse con el poder. El partido de “Los Hijos del Mañana” apoyados por la Alemania nazi trata de sembrar el caos, y la Iglesia y el Parlamento asisten atónitos e impotentes a una espiral de violencia y terror. Vientos de guerra civil agitan la pequeña nación de los Balcanes.
Lejos del lugar donde los políticos juegan con el poder, ocultos entre los bosques de Bosgovina, los Zíngaros Cazadores vigilan. Desde los tiempos del Imperio Bizantino, los zíngaros han mantenido oculto un enigma cuyo origen se pierde en las brumas de la Historia, manteniéndolo a salvo de aquellos a quienes se conoce como vroklaki: los Perdidos.
El delicado equilibrio del Hospodarato se ve alterado cuando a Bosgovina llega un grupo de arqueólogos estadounidenses con la idea de excavar en esas tierras. Poco después, el director de la excavación aparece decapitado en medio del bosque. Ése será el comienzo de un relato en el que sangrientos mitos del pasado conviven con complejas intrigas políticas de la Europa de Entreguerras. Un mundo en el que nada es lo que parece, en una tierra de leyenda, pasión y muerte; donde un poder antiguo duerme y espera…
Bienvenidos a Bosgovina.
Casi 1000 años después, en 1934, en el diminuto Hospodarato de Bosgovina, en el corazón de la península de los Balcanes; el anciano hospodar Laiota Basarab III gobierna entre estertores torturado por el recuerdo, mientras su nieto, el Príncipe Radu, intriga para hacerse con el poder. El partido de “Los Hijos del Mañana” apoyados por la Alemania nazi trata de sembrar el caos, y la Iglesia y el Parlamento asisten atónitos e impotentes a una espiral de violencia y terror. Vientos de guerra civil agitan la pequeña nación de los Balcanes.
Lejos del lugar donde los políticos juegan con el poder, ocultos entre los bosques de Bosgovina, los Zíngaros Cazadores vigilan. Desde los tiempos del Imperio Bizantino, los zíngaros han mantenido oculto un enigma cuyo origen se pierde en las brumas de la Historia, manteniéndolo a salvo de aquellos a quienes se conoce como vroklaki: los Perdidos.
El delicado equilibrio del Hospodarato se ve alterado cuando a Bosgovina llega un grupo de arqueólogos estadounidenses con la idea de excavar en esas tierras. Poco después, el director de la excavación aparece decapitado en medio del bosque. Ése será el comienzo de un relato en el que sangrientos mitos del pasado conviven con complejas intrigas políticas de la Europa de Entreguerras. Un mundo en el que nada es lo que parece, en una tierra de leyenda, pasión y muerte; donde un poder antiguo duerme y espera…
Bienvenidos a Bosgovina.
Opinión
Reseña hecha para la web Anika entre Libros.
En esta primera novela, Luis Montero nos lleva de viaje por un
país ficticio, Bosgovina, en el que nos muestra las peculiaridades
y rencillas que existen en una región, supuestamente centroeuropea,
en la que conviven, más bien habría que decir que combaten, varios
grupos de diferentes razas e ideologías.
En el medio de los inicios de la Segunda Guerra Mundial,
Bosgovina parece vivir su propia crisis política, crisis que
estalla al morir asesinado el último hospodar. En ese momento
comienza una pequeña guerra civil entre los seguidores del príncipe
heredero, Radu, y los fieles al primer ministro.
Tanto alemanes como soviéticos mantendrán sus miras puestas en
todo lo que suceda en ese pequeño país, ya que en principio ambas
potencias pretenden apoderarse de unas presuntas minas de oro que
están protegidas en base a mitos y leyendas ancestrales.
Los miembros de la expedición vivirán todas estas circunstancias
con cierto temor, pues siempre estarán bajo la espada de los
inesperados ataques de los Scorpoi, que pretenden eliminar a todos
los extranjeros de sus tierras. Además estarán constantemente
vigilados por los Venargorashi, quienes intentarán evitar que abran
la tumba, en un intento por impedir que las leyendas se conviertan
en realidad.
La novela consigue enganchar, aunque hay páginas o
circunstancias que bien podrían suprimirse. Creo que lo mejor
comienza hacia la mitad de la misma, justo cuando empieza de verdad
la acción y el auténtico suspense, ya que durante la primera parte
Luis Manglano hace demasiada gala de sus conocimientos sobre la
época; conocimientos que a veces son insertados de forma un tanto
brusca.
De todas formas es un poco desconcertante. Una vez que empiezas
la lectura y vas avanzando crees que te encontrarás con vampiros, o
con seguidores de Satán, sin embargo el resultado final es un tanto
extraño.
Por último, un tirón de orejas para los que realizan la labor de
corrección de los manuscritos antes de pasar a imprenta. Existen
demasiados errores, ya no ortográficos que son los menos, pero sí
gramaticales o frases incompletas, incluso hay varias preposiciones
ausentes.
Un buen trabajo editorial que corrigiese estos fallos haría que
la historia se convirtiera en una novela impecable. Ya sabemos que
la publicación de un libro conlleva un gran esfuerzo y el trabajo
de muchas personas, más de las que muchos de los lectores puedan
llegar a imaginar. Pero si la editorial suprime, por los motivos
que sea, el trabajo de revisores, analistas, correctores de estilo
y demás personal, el esfuerzo del autor, que implica años de
trabajo, puede quedar en una historia banal, cuando no debería ser
así y menos en este caso, en el que la novela merece la pena.
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